Para el colesterol. Licuar tomates hasta conseguir unos 200 ml de zumo, y mezclarlo con una cucharada de aceite de oliva virgen por cada 25 kg de peso de la persona que lo vaya a tomar. Dejar macerar durante la noche. A la mañana siguiente, exprimir un limón, añadirlo al zumo de tomate preparado la noche anterior. Tome el preparado por las mañanas en ayunas.
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